23 de abril de 2023, un día caluroso de abril, temprano nos reuníamos con la pandilla para dirigirnos hacia Movistar Arena, una vez más, a ser parte de una nueva versión del Metal Fest.
Antes del medio día ya estábamos casi todos reunidos en las afueras de Parque O’higgins, compartiendo con amistades de siempre y saludando a quienes por primera vez se unían a una ceremonia metalera de tal magnitud.
Una de las bandas más esperadas de la jornada era precisamente Dark Angel, que mantenía expectantes a los bangers, luego casi 10 años sin visitarnos.
Ubicados cerca de los primeros accesos, a lo lejos se veía flamear una bandera chilena, que hasta ese momento no sabíamos que iba a ser un ito importante en la historia del Metal Fest. Quien llevaba la bandera es el Ema, de nuestros amigos Truly Maluly Podcast, quien como buen fanático de Dark Angel, expresó todo su amor y respeto por la banda en una bandera de chile que lucía grande el logo de DARK ANGEL.
Con esa actitud y emoción, nos disponíamos a entrar, para vivir una vez más, un día entero de Metal, de amistad, de camaradería, y por supuesto, mucha locura.
Recién se iniciaba la tarde, y a continuación de la brutalidad de Benediction, que revivió a todos los que habían llegado «averiados» al evento, nos adentrábamos sin preámbulos ni descanso al mosh, a la exaltación adrenalinica del Thrash de DARK ANGEL.
Entre empujones y patadas, nos movíamos de lado a lado en la cancha, disfrutando de los sonidos filosos del thrash y su velocidad abismante, con algo de melancolía también porque en el escenario nos faltaba uno, Jim Durkin, que hace poco había dejado el plano terrenal para irse a la dimensión del metal eterno.
Con menos de 1 hora de show, Dark Angel nos dejaba con ganas de más, con una sobredosis de endorfina que no queríamos que acabara, tuvimos que aceptar que la fiesta había terminado. Y quizás cuando volveríamos a reencontrarnos.
Afortunadamente, muy poco duró ese sentimiento de que «nos cortaron el show», porque Dark Angel antes que la pena se pasara, anunciaba que regresan a Chile, en un show único y solos, sí, por primera vez solos, para estar frente a frente, para vivir algo que toda la escena thrasher esperaba, Darkness Descends, en vivo, en chile, en medio de la locura del mosh chileno.
Y eso es lo que viviremos este próximo jueves 30 de noviembre, un cara a cara con la locura, con la violencia y la velocidad escalofriante del Thrash californiano. Una cita imperdible e inolvidable, para cerrar un glorioso año de Metal, desde el más extremo y underground hasta las leyendas de épocas de oro metalera que nos han visitado.
A mi parecer, es la cita perfecta para culminar el año, para recordar nuestros inicios, los orígenes del Metal, para inmortalizar una vez más, entre un mosh, la demencia y el desenfreno, que mientras exista Chile, existirá el metal, y que donde exista Metal esteremos nosotros.
Una vez más nos reuniremos en Teatro Carriola a disfrutar de la insanidad, a explotar nuestros sentidos ante el descenso de la oscuridad, la venida del ángel negro; Por Jim Durkin, por Dark Angel, por las amistades de siempre, y porque el Metal se haga eternos; Nos vemos en la cancha, en el mosh, en el epicentro de la locura.
