La casilla de correo esta repleta de cajas, sobres, paquetes y bolsas, de misteriosa procedencia, en su interior se encuentran cassettes, fotos, cartas llenas de glifos, cruces invertidas, calaveras, frases alusivas a la destrucción y la muerte, adoración a fuerzas oscuras. Así llegaban los primeros envíos de Metal a Santiago, Chile, y así se gestaba uno de los fanzines más representativos y fundamentales en los orígenes del Metal en nuestro país. Vampire Zine, la oscura voz del underground
Abro el personal stereo, inserto una copia pirata de un cassete de Zyklon-B, presiono fuerte los audífonos contra mis tímpanos, para que ningún ruido externo se filtre entre el Metal y mis sentidos, camino rápido a tomar la micro, y me dispongo a recorrer Santiago en busca de nuevo material. Elijo tomar la 666, micro que no me deja muy cerca de mi destino, pero la tomo por razones obvias, y así deambulo casi un día entero en búsqueda de las bandas que aparecieron en la Vampire
Pertenezco a una generación posterior a las que dieron vida a la escena metalera en Chile, por eso para mi era importante conseguir, aunque sea prestada, una Vampire Zine, u otra revista o fanzine que circulara en el momento, era casi la única forma de enterarse de lo que ocurría fuera de los infiernos chilenos; Para mi, como para muchas personas, veía las bandas que aparecían en Vampire Zine y salía a piratearlas, perdón, a buscarlas
Vampire Zine no solo facilitaba el acceso a informarse de bandas que ya se conocían, sino que también aportaba presentando nuevas bandas “emergentes” que al día de hoy ya son grandes protagonistas del Metal, como Bethlehem, por dar solo un ejemplo; Pareciera que la línea editorial de Vampire Zine era exponer las bandas más raras, extravagantes, las más satánicas incluso, o blasfemas. Había un claro interés de exhumar las creaciones más horrorosas para esparcir la peste del metal en Chile
Aunque en honor a la verdad, no podría haber sido otra la línea editorial si en las filas de Vampire Zine estaban los pioneros de los ritmos satánicos chilenos, me refiero a Danny Grave (Dominus Xul), Gerardo Valenzuela (Totten Korps), Aldo Doomicus (Bewitched) y Vampiro como editor. Es decir, una especie de elite demoniaca del underground y la música oscura
Por todo lo anteiror, y 40 años después, como una acto de retribución a lo que Vampire Zine entregó en los inicios de este país metalero, será THE METAL FEST, el festival que abrirá los portales del rey de las tinieblas para recibir en nuestras tierras a la biblia del underground, el nuevo libro compilatorio que resucita las ediciones originales de Vampire Zine, que además contará con material inédito, entre fotografías y obras de artistas que participaron en los ’90, más nuevos aportes, como por ejemplo Stanislav Krawczyk (standarkart) Stank Art, quien ha trabajado con Beherit.
Por si fuera poco, esta nueva era de Vampire Zine también ha incluido la realización de un nuevo logotipo, que ha sido creado por El señor de los Logos, Christophe Szpajdel (christophe.szpajde), creador del logo de Emperor, Covenant, Horna, Behexen, entre otros.
El libro de Vampire Zine es un testimonio de cómo los demonios invadieron Chile, artículos y reviews escritos con el puño del diablo, retratos del origen de algunas bandas, que hoy son grandes clásicos y exponentes del Metal, más el oscuro arte de mentes poseídas por las plagas del infierno, todo en un solo libro. Más de 100 páginas de Metal y Muerte
El libro ya lo puedes conseguir en Vampire Zine, que se encuentra en etapa de preventa, esperando su próximo lanzamiento en The Metal Fest Santiago